jueves, abril 05, 2012

"Un año dormido" por Julio-César Ibarra

21, abril, 2011. Luego de terminar el trabajo, subí a un bus del transantigo, pagué y me fui a sentar, una mujer con cara de enferma mental, me impedía el paso, así es traté de evadirla, llevaba mi maletín en la mano izquierda y estaba con un pie en el aire, cuando el chofer frenó bruscamente, me caí de espalda, me deslicé hasta la base del asiento del chofer y me golpée la cabeza, sentí como dos vertebras de la columna se quebraron y ahí quedé tirado en el piso. Cuando me caí, entregué el alma a mi creador y como si Dios me estuviese escuchado, inmediatamente apareció una enfermera, una arsenalera y un rescatista de montaña, estaba claro que no era mi hora.

Me llevaron de urgencia a la Clínica Santa María, ahí luego de los exámenes, me diagnosticaron una tetraplejia C6 completa, de ahí me trasladaron al Hospital del Trabajador

Vino una larga estadìa en el hospital, nueve meses estuve allí, llegué a la UCI, pasé a la UTI y luego me fui al piso 4 oriente, en donde están los parapléjicos y los tetraplégicos como yo. Costó estabilizarme, debido a la fiebre que tenía, luego me descubrieron una amnea de sueño, que era muy peligrosa, sobretodo para mí, en mi condición, rematando todo esto con un accidente vascular, debido a una subida de presiòn. El accidente me provocó una afasia leve, que me fue tratada por el mejor especialista del hospital. Pasé la Navidad y mi cumpleaños en el hospital, se hicieron presentes mi madre y todos mis hermanos y hermanas, sus esposos y esposas, sus hijos e hijas y mi propia familia. La reunión fue prácticamente en silencio, ya que mis hermanos se comunican mediante lenguaje de señas, al llegar el momento de hablar sólo recuerdo que hablaban de unidad. El Año Nuevo lo pasé en casa, en la intimidad de mi hogar, junto a las personas que más amo en el mundo.