Héctor "Titín" Molina, Enrique Paillás y Julio-César |
Hace algunos años atrás, en diciembre de 1999 se llevaba a cabo en
Chile la elección presidencial y, el candidato de la Concertación de
Partidos por la Democracia, el socialista Ricardo Lagos, veía cómo la
oportunidad de ser presidente del país se frustraba con el avance de su
contendor Joaquín Lavín, representante de la derecha política agrupada
en el pacto Alianza por Chile. En tal ocasión, un grupo de
profesionales, la mayoría pertenecientes a la comunidad de la Pontificia
Universidad Católica de Chile, gente que participó en el movimiento
estudiantil anti-dictatorial en la década de los ochentas, se reunieron
en el mítico restorán "La Habana Vieja" en la calle Tarapacá en el
casquete antiguo de Santigo, para recuperar antiguos lazos de amistad y
sobre todo para apoyarse mutuamente para enfrentar la segunda vuelta
presidencial, ya que el temor de que se instalará en el país un gobierno
con las mismas características del regimen militar era evidente. Todos
sabemos que Ricardo Lagos ganó la segunda vuelta y se convirtió en el
Presidente de todos los chilenos y chilenas, otro día comentaré lo que
esto me parece, pero esta introducción es importante para contar que en
aquel encuentro, ocurrió algo más, una experiencia instalada en la
intrahistoria de la gente, ese día comenzamos a escribir la historia de
la generación de los ochenta de la UC...
Un año antes,
yo había terminado mi libro "La Montaña", un poema transgenérico, que
contiene trozos de poesía, relatos, cartas, y diálogos que personas
vivas o muertas al lado de las cuales viví, amé, combatí y en ciertos
aspecto morí... buscando fotos de los ochentas llegué a conversar con
Ricardo Carrasco Farfán, hoy en día director de programas de televisión,
y que escribió, produjo y dirigió su obra prima, la película "Negocio
Redondo" que lo puso entre los mejores directores de cine del país, pues
éste se interesó por mi libro y me pidió que se lo enviara por
Internet, cosa que hice y olvidé... pasó un año y una noche de invierno
me llama Ricardo y me dice que está con unos amigos leyendo mi libro y
que están muy emocionados, porque éste le trae a la memoria vivencias
que ellos creían olvidadas, rápidamente me propuso que hiciéramos una
página web -pensé para mis adentros que el tipo estaba haciendo una
oferta al vuelo y que probablemente al día siguiente olvidaría el
asunto- La verdad es que después de un mes me volvió a llamar
insistiendo en la propuesta. Efectivamente, creamos un proyecto que en
sus comienzos se llamó "Proyecto Oriente" y que posteriormente se
convirtió en la revista electrónica www.ciberokupa.cl
Este
espacio con el tiempo se ha constituido en un Campus Oriente virtual,
que ha guardado los pensamientos de la generación, y que por momentos ha
levantado los sentimientos filiales que un día construimos entre todos y
todas...
La noche de encuentro en "La Habana Vieja"
recogimos alrededor de 120 nombres y direcciones electrónicas que
posteriormente incorporamos a la base de datos de la página web, al
principio Ricardo usó sitios gratuitos, por lo que la URL de la página
era larguísimo, posteriormente al ataque a las torres gemelas los
buscadores instalados en los Estados Unidos que son los que ofrecen
estos espacios gratuitos bajaron de la red todos aquellos sitios que
publicaran artículos considerados "ofensivos" para la dignidad
norteamericana. Al respecto, quiero decir que los editores del
Ciberokupa solidarizamos con el pueblo norteamericano, pero al mismo
tiempo abrimos un espacio de discusión acerca de por qué ocurrió este
atentado, sobre todo abrimos un espacio para conocer la mirada del mundo
del Islam acerca de la intervención norteamericana..
Durante
4 años, gestioné la comunidad del Ciberokupa, en ese tiempo nacieron
bebés, murieron amigos, armamos campañas para donar sangre a gente que
lo necesitaba, mientras estábamos a la espera que el mundo político nos
volviera a ofrecer una oportunidad de participar masivamente en la vida
cívica del país... pero me cansé,porque a pesar de que Internet y las
herramientas de comunicación que poseen las plataformas TICs nos ofrecen
un mundo en el que podemos vivir simultánemente vivencias emociales
distintas y podemos ocupar instantáneamente más de dos espacios a la
vez, usando las salas de chat -por ejemplo- la magia de la comunicación
social sólo ocurre cuando una comunidad de personas apuestan sus vidas
con un sentido similar, en otras palabras cuando todos y todas creemos
que somos parte de algo más grande que nosotros mismos, algo así como el
pueblo de Dios, la sociedad de la información, el Balhala, el Islam, el
Mundo Libre...
A mí me ocurrió que me comencé a quedar
solo, pese a todo lo que había escrito, pese a todo mi esfuerzo
revisando la correspondencia diariamente, nadie más se incorporó a dicha
tarea, de a poco Ricardo se fue concentrando en sus viajes, en su
carrera y yo en la mía, las fuerzas se fueron concentrando en el
trabajo, en la proyección profesional, en las demandas de la pareja y
los hijos, el cuerpo espiritual de la comunidad Ciberokupa se fue
difuminando, haciéndose plúmula, entonces a fines de 2003 abandoné el
proyecto. Pero ocurrió algo insólito, desde esa fecha hasta ahora, la
revista ha tenido alrededor de 1500 visitantes al mes, osea en los
últimos dos años -durante los cuales no ha habido gestión alguna- el
sitio ha recibido 36.000 visitas, no sólo de Chile sino de países de
otros países del orbe.
Entre los textos más leídos se
encuentran los trabajos de algunos y algunas de nuestras compañeras
acerca de la generación 80 en Chile, que al parecer tiene sus correlatos
en Argentina, México y países de Centro América, haciéndonos entender
que problamente estemos ante un fenómeno continental, también están los
textos de crítica literaria del escritor Miguel de Loyola, y la poesía
de Mario Águila, poeta que, pese a su incesante labor de difusión en
recintos universitarios, bares y clubes, aún no ha publicado libro
alguno, quedando excluido de las Antologías de poesía chilena y, por
cierto, están mis propios textos. Pero al parecer Dios y las TICs se
dan la mano, ya que como ven el hecho de que exista este sitio permite a
poetas, ensayistas, documentalistas o simples ciudadanos con capacidad
de expresión buscar a través de este espacio los nexos con personas del
mundo que aún no conocemos, pero que por alguna razón están conectados a
nosotros por un hilo invisible...
Por mi parte, la
experiencia con la comunidad del Ciberokupa, me motivó a introducirme en
el mundo de las comunidades de aprendizaje, que vinculadas a las
plataformas tecnológicas las llamamos "comunidades virtuales", con tal
éxito que me correspondió el honor de dirigir el proyecto Creaula, que
fue el segunto experimento financiado por el Ministerio de Educación
para enseñar física a 3000 profesores a distancia usando una plataforma
LMS, creando 71 comunidades virtuales distribuidas a través del país,
que usaron Internet para desarrollar sus actividades pedagógicas y de
gestión.
A la hora del resumen, pienso que nada de esto
hubiera sido posible sin unas ganas incontenibles de comunicarme con
los otros y otras, con las personas que amo y siempre amaré, pero que
por las limitaciones físicas de este tiempo y este espacio no puedo
tocar ni abrazar, el Nuevo Mundo virtual me ha permitido llegar a mucha
gente, entregar y recibir amor a manos llenas, dejar una huella para en
el tiempo justo otros puedan seguir un camino que ha costado mucho abrir
y que intenta enseñar el camino del encuentro con uno mismo y con ello
el camino del universo.
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Artículo escrito en 2005.
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