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sábado, septiembre 22, 2007

"Manifiesto" por Gastón Soublette

Gastón en su departamento de calle Carmencita
Hay momentos en la vida en que es preciso esperar, no adelantar ni meter la mano; tan sólo dejar que las corrientes de la vida vayan dando forma a las cosas. Hay otros momentos en que no es prudente dilatar la espera sino tomar la decisión y actuar sin más. Hay otros momentos en que nos damos cuenta de que los acontecimientos que nos comprometen a todos, desde hace mucho tiempo vienen gradualmente cargándose de gravedad y peligrosidad hasta volverse amenazantes. Cuando la virtud y la sabiduría parecen haber desaparecido del mundo, mientras una moral hipócrita y una ideología insensata ocupan su lugar. Cuando la injusticia y la corrupción lo invaden todo y el orden mundial amenaza ruina, mientras se elevan los más altos rascacielos y el quehacer humano degenera en un puro negocio de consumo y tecnología, y una minoría exitosa y despiadada acapara la mayor parte de la riqueza del mundo. Cuando ochocientos millones de seres humanos no tienen acceso al agua y sesenta millones de ellos perecen al año de inanición. Cuando se desata en todas las latitudes el espiral de la violencia delictiva y terrorista y, a causa del crecimiento industrial se contaminan los aires y las aguas y se desarticula el ecosistema del mundo, alterando el clima y provocando catástrofes de creciente poder que ponen en riesgo la supervivencia de la especie humana. En esos momentos, lo que corresponde hacer es movilizar la suficiente fe y el suficiente coraje como para enfrentar la evidencia de que ya no podemos seguir nuestro trajín habitual por calles interminables como si aún quedara tiempo disponible para continuar aguantando ese rutinario día a día. Porque hay momentos en que tú necesitas encontrarte a ti mismo entre tantos extraños, y caer en la cuenta de quien eres realmente en ese contexto, y sin creerte un iluminado, reconocer, sin embargo, que una porción de espíritu te ha sido dada, y que eso, es decir, el misterio, es lo que te hace vivir. Eso está por sobre tus faltas y caídas, porque si bien no puedes decir con certeza cómo será ese mundo que deseas para ti y los tuyos, estás seguro, si, de que no perteneces a este mundo de amos y esclavos del dinero, que no tienes cuota alguna de poder para explotar a otros, ni deseas alterar ni manipular la naturaleza para sacar provecho de ella en desmedro de otros y de la vida misma. Pero esa porción de espíritu que te ha sido dada, no tiene nada que ver con tu esfuerzo ni con tus talentos. Es un don gratuito del cielo que es preciso cultivar y agradecer.

No es que vaya a haber un juicio final… el juicio hace ya mucho tiempo que empezó mientras dormíamos. Hoy nos hallamos en medio de sus más acalorados alegatos. Pero aunque no sepamos quienes son ahí nuestros acusadores, ni nuestros jueces, ni defensores, su finalidad se está cumpliendo, esto es, separar a los unos de los otros. No se trata de buenos o malos, porque ocurre que todos somos fallados, y si de escoger se trata, sería preferible quedar entre los malos, porque a todas luces los buenos son “ellos”, y si te arrimas mucho a su tribuna puedes contagiarte con su bondad, perder tu identidad y volverte un peligro para la sociedad. La verdad es que en este juicio se trata solo de quienes aman y de quienes ganan. Así de simple.
A ellos se les ve muy bien concertados. Son vivaces y seguros, como dice el Viejo Chino, porque son ellos los que hacen progresar al mundo. Pero algo les está saliendo mal en el ejercicio del poder que detentan desde hace más de dos siglos, porque ocurre que so pretexto de mejorar la vida están obteniendo frutos de muerte que ya no pueden disimular. Por eso ahora alzan la voz previendo una probable Apocalipsis, para enseguida consolarnos con la buena nueva de que el mismo sistema que nos llevó al desastre es el que puede salvarnos del colapso, pero a condición de que sus ganancias no sufran menoscabo.
En cambio a los otros se los ve muy desconcertados, en nada seguros ni vivaces, viviendo en los nichos de existencia, modos de hacer, espacios mentales y economías que otros les han fijado. Da la impresión de que los tienen cogidos por el cuello, porque “ellos” parecen haber ganado al fin su guerra… Un triunfo bastante poco honroso hay que decir, porque a pesar de todas las precauciones que tomaron, el fermento letal que pusieron en su obra sube ahora a la superficie a la vista de todos.
Pero ¡cuidado! Este es precisamente el momento de la gran tentación, porque si bien no se escucha, ya todos dicen para si: ¡Sálvese quien pueda!
Cuando el carpintero de Nazareth les dice a sus discípulos: “Velad y orad para no caer en tentación”, la noche de su aprehensión, se está refiriendo a la tentación de echar pié atrás, al ver, sin entender, que el maravilloso Maestro, capaz de resucitar muertos, es materialmente vencido por sus enemigos.
Porque en lo que a “ellos” se refiere, bien sabido es que hacen lo que quieren con las masas humanas indefensas, hacen lo que quieren con los árboles, la tierra, los ríos, lagos y glaciares; hacen lo que quieren con el patrimonio. Ellos moldean la opinión pública a su antojo, envían ejércitos a aniquilar pueblos enteros so pretexto de liberarlos. Así puede el mundo volver a ver como se acusa, se humilla, se flagela y se crucifica al modelo del Hombre, ese que todos llevamos dentro como una posibilidad siempre cierta de ser algo más que eso que somos, posibilidad que “ellos” han procurado cerrarnos desde siempre, porque son los peores enemigos de nuestro Cristo, que se han visto en la historia, desde aquellos césares antiguos de todos conocidos.
Es entonces que se impone para ti dar un vuelco de conciencia y entender que tu aparente impotencia ante su poder es también un poder, y más aún, que por esa porción de espíritu que tienes dentro eres invencible, en la medida que quieras darte cuenta de eso y resistas hasta el fin. Eso es lo que se llama fe, y si por la fe eres invencible, es porque la fe se comparte, y si alguna luz obtienes de tu porción de espíritu, es porque ella no te pertenece, porque es del cuerpo de fraternidad que tú integras con otros para humanizar la tierra.
Ahora que has leído esto piensa que algo quedó atrás definitivamente, aunque por el momento no se note; y eso que has dejado atrás es la contaminación que sufrió tu alma por el dominio que “ellos” han ejercido sobre nosotros hasta lograr imponernos sus criterios de verdad sobre las cosas y los hombres. Por eso tu vuelco de conciencia consiste en revalorar lo que ya tienes, eso que ellos simulan ignorar desde siempre porque le temen.

Gastón Soublette
Agosto de 2007

miércoles, agosto 22, 2007

GASTÓN SOUBLETTE EN EL CIBEROKUPA


Nuestro querido maestro y amigo Gastón Soublette, el sabio de la tribu, estará en el sexto programa de la Radio CIBEROKUPA, en los próximos días.

En éste Gastón nos entrega una visión de la Universidad Católica en los ochentas y también su visión del futuro de esta civilización. Asimismo nos ha entregado su MANIFIESTO para ser publicado en la Editorial CIBEROKUPA, desde donde los internautas lo podrán bajar.

En las fotos Gastón Soublette en su departamento, Ricardo Carrasco Farfán y Julio César Ibarra, editores del Ciberokupa.

lunes, agosto 20, 2007

MARTÍN FAUNES EN BOLIVIA


Martín Faunes, junto a la escritora chilena Sonia Cienfuegos y el cubano Luis Carrera Delgado visitan la Escuela Holanda en el marco de la Feria del Libro de La Paz, Bolivia.

domingo, agosto 19, 2007

LETRAS DE CHILE EN BOLIVIA


“Cuando nos conocemos, avanzamos”

Entrevista a Roberto Ibarra, cónsul general de Chile en Bolivia.

La cultura juega un papel fundamental en la integración”, aseguró el cónsul general de Chile en Bolivia, Roberto Ibarra. El vecino país es el invitado de honor en la XII Feria Internacional del Libro de La Paz.
¿La participación de Chile como invitado de la FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO significa un avance en las relaciones boliviano-chilenas?
Es un avance que se ha dado en el proceso de construcción de confianza, que es un punto no menor. Cuando empezamos a conversar, a mirarnos a los ojos, a conocernos, a ver nuestras limitaciones, entonces avanzamos. La cultura juega un papel fundamental en la integración de los países.
¿Cómo se han elegido a los escritores que llegan?
Hemos extendido invitación a varios escritores pensando que reflejen la diversidad de la sociedad chilena, que no sean sólo escritores consagrados, que son importantes, sino también que en La Paz conozcan a la nueva generación, a mujeres, a representantes de pueblos originarios. Es una representación diversa, como el propio pueblo de Chile.
¿Hay otras señales de acercamiento cultural entre Bolivia y Chile?
Mi aspiración es que Bolivia sea huésped de honor en la próxima Feria del Libro de Santiago. Se trata de extender puentes.

lunes, agosto 13, 2007

EDUARDO YENTZEN INVITA A COLABORAR

Nuestro querido amigo Carlos está con Leucemia, y hemos organizado un recital para juntar fondos para gastos médicos. Les agradeceré si nos apoyan en difundir esta invitación.

Saludos cordiales

Eduardo Yentzen

viernes, agosto 10, 2007

"El arlequín expulsado" por Julio César Ibarra




Hay un período en la vida del hombre, en donde todas las cosas se tiñen de azul. El firmamento, la cordillera, las nubes. Esta es la historia de un Arlequín de dos caras. La mitad de su cara era blanca y la otra mitad, azul celeste. En un lado se dibuja una sonrisa y en el otro, una mueca de tristeza. Nadie sabía por qué estaba triste o por qué sonreía. Es más, nadie sabía si sonreía o lloraba, porque nadie podía develar su misterio. Entonces, le miraban a los ojos, unos decían: "su mirada puede ser la de una mujer o de un niño". Entonces es homosexual, decían todos. Pero el misterio subsistía. Otros se fijaban en su sonrisa. Hay algo de misterioso allí, como en el cuadro de Leonardo. La sonrisa de la Monalisa. Este Arlequín caminaba como un fantasma. Nadie sabía nunca en dónde estaba o cómo lo podían encontrar.

Cuenta la leyenda que un día le vieron entrar a un circo. Allí consiguió trabajo. Un día bajo los reflectores y ante una galería casi vacía, encontró a una niña llorando porque se había perdido, entonces él le sonríe y le dice que en el cielo hay un club para los corazones solitarios, y que cuando uno llega ahí ya nunca más se siente solo porque está lleno de amigos y amigas con quienes jugar. La niña le sonreía aliviada. Despúes el circo quedó vacío y el Arlequín se fue apagando las luces del escenario.

Un día todo estaba conmocionado y la gente corría como payasos desbocados. Corrían por estrechos callejones, unos encima de otros, asfixiados. Por fin desembocaron en un Gran Teatro. No había nadie en las graderías. Todos eran actores. También el Arlequín de dos caras. Enfurecidos peleaban entre ellos. Cada combate era a muerte. Así es como el Gran Teatro se fue llenando de muertos, había un hedor nauseabundo que hacía imposible el respirar. El Arlequín no podía respirar. Él no quería matar a nadie, sólo sabía sonreir y hacer reir o llorar a los demás. Pero allí todos eran actores y arriba del escenario lo estaban asesinando. El escenario era una selva, sobreviviría el más fuerte. Los payasos y el Arlequín se transformaron en fieras, depredadores, con los hocicos llenos de babas lascivas. Primero fue una guerra defensiva, pero al primer zarpazo apareció el instinto de supervivencia que actuaba por sobre todas las demás reacciones.

Dice la historia que el Arlequín cayó herido de muerte, y, en esos momentos pudo mirar el cielo del Gran Teatro. Y más allá de las luces, había otros hombres con miradas oscuras, que manipulaban los instrumentos que daban vida a la acción: las luces, la música, las cámaras de filmación y los que se encargarían del último sobreviviente. Ya a nadie le importaba lo que había detrás de su sonrisa. Había tantos muertos, había un espacio infectado, el tiempo se acababa, ya la sangre le inundaba los pulmones, ahogándolo... ahí recordó el sueño que un día tuvo: el sueño decía que todos los que habían nacido para encantar a los demás estaban condenados a vagar por el mundo en un viaje errante, buscando siempre lo que nunca encontrarían porque sólo existe en su imaginación. Los viejos dragones de los cuentos de infantiles. Por fin pudo recordar que el sueño tiene alas... y cayó la última gota de sangre. Ya no había payasos, ni arlequines, sólo la misteriosa sonrisa en la boca de los hombres que contemplaban las ruinas del Gran Teatro.

HOGAR DE CRISTO: CUENTACUENTOS EN EL COLEGIO MARCELINO CHAMPAGNAT DE LA PINTANA

Los cuentacuentos del CENTRO DE ENCUENTRO DEL ADULTO MAYOR de el Hogar de Cristo de La Pintana, contándoles cuentos a niños y niñas de prekinder y kinder del Colegio Marcelino Champagnat.

Se observan en las fotos al don José Andrade, a doña Gladys Rueda, a don Juan Atenas, a doña Iris Troncoso, a doña Leonor Bejar. Además, aparecen el escritor Martín Faunes, Karina Arias, directora del CEAM de La Pintana y la educadora de párvulos del Colegio.





miércoles, agosto 08, 2007

MARTÍN FAUNES Y LOS Y LAS CUENTACUENTOS DEL HOGAR DE CRISTO




PONENCIA PARA EL SEMINARIO INTERNACIONAL DE MICROCUENTO, DESARROLLADO EN SANTIAGO DE CHILE.

¿Sirve el micro cuento para desarrollar el gusto por la lectura en los jóvenes?

Me han encargado que ocupe esta tribuna que intenta responder si el micro cuento sirve para desarrollar el gusto por la lectura en los jóvenes, conectando el tema con un maravilloso proyecto en que la Corporación Letras de Chile y el Hogar de Cristo están empeñados.

Quisiera empezar esta exposición diciendo que no tengo dudas en que el micro cuento sirva para desarrollar el gusto por la lectura en los jóvenes, como me parece que cualquier estilo literario servirá para este efecto; siempre y cuando las creaciones que se entreguen a los jóvenes en los diferentes estilos, cumplan normas de calidad. Yo sé que no es fácil y no podemos establecer de manera muy clara qué elementos hacen que una obra sea de calidad o no lo sea, y no deseo centrar en este aspecto mi exposición, sino sólo hacer ver que para mí el micro cuento es una forma literaria más, en este caso perteneciente a la narrativa y que puede lindar o no con el poema. Lo que sí me parece es que el micro cuento y el cuento corto, se parecen mucho al origen del cuento, el que se contaban los cazadores al volver a las aldeas; ése que nuestros abuelos nos contaban junto al brasero. Hablo de historias maravillosas generalmente breves, que, por lo menos a mi generación y no me cabe duda que a otras muchas anteriores a la mía que no contaban con televisión ni video juegos, nos introdujo en la literatura. Aquí está la conexión del tema en cuestión con el programa de la Corporación Letras de Chile y el Hogar de Cristo. Se me ocurre que no le podemos pasar un volumen de 300 páginas a alguien que no ha leído antes; y qué mejor que pasar ese relato breve en el envase en que nosotros y mis anteriores lo conocimos.

Buscando este envase, es decir, el del abuelo narrador, ya fuera experiencias vividas por ellos como cuentos universales o tradicionales chilenos –Pedro Urdemales, Pinocho, El gato con botas y El patito feo, fueron siempre súperstars-, fue ideado "Tenemos tanto que contar…" que ha empezado con un plan piloto en que participan los adultos mayores del Centro de Acogida que el Hogar de Cristo mantiene en la Comuna de La Pintana. Se trata de una actividad, en donde entrenamos a los adultos mayores para que puedan ir a contar cuentos a los niños y niñas de la educación básica en escuelas del sector, donde asisten niños mayoritariamente en riesgo social que, difícilmente, va a haber quien les cuente alguna vez un cuento. Y qué mejor que empezar incentivándolos con narraciones breves como ésas que dejan gusto a poco, y que se cuentan con muchas interrupciones y explicaciones pedidas por los pequeños auditores, y que siempre dejan un interés ansioso que se calma diciendo “pasó por un zapato roto...”. La que voy a narrar a continuación es un buen ejemplo. Imaginen una voz femenina:

EL SE LLAMABA Patricio. Yo le llevaba recados de una amiga mayor y después me escondía para verlos besarse. Un día, contento, me anunció que les había salido casa en San Bernardo. Nunca más lo veríamos. Por ese tiempo, imagínate, a San Bernardo había que ir en tren. Yo, con una lágrima, le dije que no podía irse, porque yo lo amaba y lo iba a amar para siempre. Se quedó mirándome confundido y me preguntó si no me daba cuenta de que yo no tenía ni diez años y que él veintitrés. Me dijo también que era linda y que iba a amar a muchos chiquillos, así que a él lo olvidaría pronto. Yo le respondí “jamás” y que para no olvidarlo me iba a cambiar de nombre. Me llamaría Patricia como él. Así me he llamado desde entonces, y nunca más me llamó nadie por mi nombre verdadero que era Flor. Y si le quise contar esta historia, mi niña, fue para que sepa desde ya lo que es el amor.

Este cuento breve recién escrito, y que podría abreviarse más con más tiempo, fue escrito por mí en base a un relato sobre su primer amor de Flor Vogel, una de nuestras adultas mayores participantes en el proyecto, y nos lo contó en el contexto de recordar experiencias hermosas de su niñez; porque en la vida también hubo momentos hermosos y recordarlos, es bueno, es saludable, alegra, hace sonreír, y mejora las neuronas. Es así como con estas actividades, los participantes se ríen, cantan y lo pasan bien y, sobre todo, vuelven a sentir en el corazón las alegrías que han sentido en sus vidas, y descubren que sus experiencias son dignas de ser contadas y compartidas.

La intención de la Corporación Letras de Chile es replicar esta experiencia en otros sectores donde el Hogar de Cristo mantiene centros de acogida similares con la ganancia doble de introducir en la magia de la literatura a niños en riesgo social que difícilmente sin este proyecto podrían convertirse en buenos lectores y mejorar la autoestima de ancianos que vuelven a sentirse útiles y respetados, y por añadidura mantienen y mejoran sus capacidades intelectuales.

Debo decir que tanto para mí, como para el poeta Julio César Ibarra, que me ha acompañado en esta aventura ya por varios meses, ésta ha sido una experiencia extraordinaria y enriquecedora que, más allá de haber podido ser testigos de la mejoría de ánimo de nuestros participantes, así como la alegría causada con los cuentos en los niños de Colegio Champañat de La Pintana, el primero en recibir la visita de nuestros cuanta cuenteros, nos ha permitido recoger también vivencias de un país que está ahí en esa memoria colectiva de la gente mayor humilde, que está escondida ahí por la periferia y es necesario transmitirla para salvarle y pueda ser conocida por las nuevas generaciones.

Para terminar, deseo agradecer a todos ustedes por su presencia; y a Letras de Chile, al centro Cultural de España, al Consejo Nacional de la Cultura, y a la Universidad de Playa Ancha, mi universidad, por permitirme expresar aquí estas ideas que con todo aprecio he sintetizado para ustedes. Deseo finalmente felicitar públicamente a Ruth Vera, a Karina Arias y a Elías Vega, a Diego Muñoz hijo y a Julio César Ibarra, mis socios en este bello proyecto. Si están entre el público que por favor se levanten para que les brindemos un enorme aplauso. Muchísimas gracias.

Martín Faunes Amigo. Colina, invierno 2007.

viernes, agosto 03, 2007

MINIFICCIÓN EN CHILE: HOGAR DE CRISTO PRESENTE

La Corporación Letras de Chile y el Centro de Encuentro del Adulto Mayor - La Pintana, perteneciente a la Fundación Hogar de Cristo, están desarrollando el proyecto "Tenemos tanto que contar".

A través de él se han capacitado a 12 adultos mayores como Cuentacuentos para insertarlos en la comunidad escolar, contándoles cuentos a los niños y niñas de párvulos y enseñanza básica, en las escuelas públicas.


El proyecto es conducido por el escritor Martín Faunes Amigo y por el poeta Julio César Ibarra desde Letras de Chile y por Ruth Vera, Karina Arias y Elías Vega desde el Hogar de Cristo, quienes ayer asistieron al Seminario Internacional de Microcuentos, lugar en el que se presentó por primera vez la experiencia realizada.


El encuentro permitió a los escritores, profesores de la Universidad compartir con las asistentes sociales y terapeutas del Hogar de Cristo una experiencia pionera que permite reinsertar a los adultos mayores en su comunidad y promueve una identidad cultural desde las raíces más profundas de nuestra sociedad, rescatando cuentos universales y locales que fueron parte de la niñez del siglo pasado y que siguen conservando su magia intacta.




viernes, noviembre 24, 2006

GENERACIÓN OCHENTA: SEMINARIO



SEMINARIO:
GENERACIÓN OCHENTA





Estimados amigos y amigas:

En la actualidad existen un grupo de sitios web, que toman la palabra de la generación de los ochenta, desde distintos puntos del país. A partir de esta situación surge la idea de convocar a un seminario de la generación, convocado por las revistas virtuales y sitios web que hoy están gestionando las relaciones entre los miembros por Internet. Esto es algo que nos llena de alegría, y tengo que decir que los estábamos esperando.[1


A continuación, una visión acerca de lo que queremos que ocurra en dicho encuentro:

CONCEPTOS Y SENTIMIENTOS

Sólo las personas hacemos la diferencia

Creemos que en la sociedad humana, hay personas que hacen la diferencia y creemos lo mismo de las generaciones. Esta generación está llamada a hacer la diferencia.

En tal sentido, los editores del Ciberokupa, aportamos una breve sistematización de nuestra experiencia como articuladores de la comunidad de la Universidad Católica, desde diciembre de 1999 a la fecha. Durante todo este tiempo, hemos tenido la oportunidad de conversar con muchos compañeras y compañeros, y nos sorprende la cantidad y calidad de los proyectos que ellos y ellas han gestado, la mayoría de estas acciones se inscriben dentro de la experiencia profesional, sin embargo, se destacan porque los proyectos tienen un claro sentido social y político, al nivel de la intrahistoria.

Vamos a poner algunos ejemplos:

Patricia Requena, actriz y animadora cultural, que en tiempos de la dictadura fue parte del Centro de Alumnos de Teatro de la UC, organizó el primer Congreso sobre Cultura realizado en democracia. El producto de esto fue un libro que recoge la diversidad cultural del país. Ahí está el libro, y ahí está esperando el segundo congreso.

Pamela Callejas, abogada, parte de la G-80 de la UC, ha trabajado durante años en la Comisión Defensora Ciudadana intentando que el Congreso Nacional apruebe el Defensor del Pueblo, que hoy es apenas una comisión que depende de la Presidencia de la República. El Defensor Ciudadano apenas tiene una página web, gestionada por 5 abogados que se hacen cargo de la defensa de los ciudadanos frente a los abusos de los funcionarios del Estado.

Martín Correa, historiador, ha trabajado junto al pueblo mapuche en múltiples ocasiones, publicó junto a Raúl Molina y Nancy Yánez La Reforma Agraria y las Tierras Mapuches. Chile 1962-1975. Edición:1ª, Año: 2005, Editorial: LOM. En donde hace un examen histórico, territorial y jurídico, desarrollado en tres temas: "La constitución de la Propiedad Agraria en la Araucanía", que analiza la ocupación del territorio mapuche por el Estado de Chile y la consiguiente colonización y reducción territorial mapuche; "La Reforma Agraria en la Araucanía", que plantea las particularidades que la expropiación y adjudicación de tierras tienen en las provincias de Malleco y Cautín, en la década de 1960 y "La Contra Reforma Agraria", que aborda la pérdida de las tierras recuperadas y de los bienes de las comunidades, y la revancha, persecución, represión y muerte que se desata luego del Golpe de Estado.

Como ven ustedes, en la misma historia en donde Jerko Ljuvetic es Ministro del Trabajo, o Esteban Valenzuela, diputado por la VI Región, -que, dicho de paso, se han ganado con gran trabajo dichas posiciones- co-existen otros proyectos que demandan tiempo y dedicación y que no necesariamente son acciones de “Estado” si no demandas sentidas por las diversas comunidades que conforman este país.

La generación de los ochenta es muchísimo más que una concertación de partidos políticos

Nuestra conversación con la generación nos hace sentir y pensar que la generación es mucho más que el “pueblo concertacionista” o el “juntos podemos más” o “la patria que nace”. Esta generación se conformó y creció en la diversidad y en la adversidad, ello porque ser opositor al régimen de Pinochet en los ochenta, no sólo era una audacia sino que podía costarle la vida a una persona, como efectivamente ocurrió. Todos y todas tuvimos miedo, sin embargo, supimos apoyarnos en el brazo del compañero y la compañera para sentir que no estábamos solos en el mundo.

Parece una obviedad, mas en la biografía individual de las personas estas experiencias son escasas, y sólo ocurren en situaciones extraordinarias. Nosotros y nosotras vivimos una experiencia extraordinaria, ya que hubo momentos en que nos sentimos formando parte de un cuerpo inmenso, en fuimos un solo ser junto a aquellos hermanos y hermanas que elegimos para vivir o para morir si hubiese llegado el momento.

Hay un fuerte nexo entre todos nosotros, un vínculo que no se ha roto con los años, es más pareciera ser que se ha acrecentado con la nostalgia, porque la vida en la actualidad está marcada por el pragmatismo y la oportunidad. Debemos decir que nos sentimos avergonzados al ver la noticias sobre la corrupción en Instituciones del Estado, dirigidas por compañeros de nuestra coalición -lo digo por aquellos que somos Concertacionistas – y este presente contrasta con aquel antiguo pasado en donde los estudiantes de las distintas universidades entregábamos nuestro tiempo gratuitamente a las distintas actividades que permitían conservar nuestra identidad como sociedad civil.

¿Cuántos de nosotros y nosotras no hicimos talleres para los pobladores? ¿Cuántos no experimentamos la educación popular? ¿Cuántos actuaron en obras escritas por nosotros y nosotras mismas? ¿Cuántos no albergaron en su casa a un amigo o amiga por días y días?

Era otra época, era una época de adversidad y solidaridad, de amor y odio, de pasiones extremas, mas también en donde había que ser valiente para hacer planes, para soñar en con un mañana mejor, había que tener coraje para levantar un hogar y tener hijos e hijas, había que tener mucho amor para darse a sí mismo.

La buena vida que nos entregó la Concertación

Cuando llegó la democracia y con ella, la Concertación de Partidos por la Democracia, la generación andaba por los 30, habíamos luchado reciamente, con suerte habíamos terminado nuestro programa de estudios y nos habíamos graduado, decimos con suerte porque algunos fueron expulsados, otros partieron al exilio y otros fueron asesinados. Mas la mayoría sobrevivimos y nos graduamos.

Estábamos en democracia y era tiempo de construir y de perdonar. Era tiempo para criar a los niños y niñas, para hacer familia, para contar historias, para proyectarse al futuro, para hacer carrera. Ocurría además, que la generación de la UP, estaba ansiosa de retomar su lugar en la vida pública y política, tenían cosas pendientes que arreglar.

Entonces, comenzó una nueva vida, nos convertimos en una nación desarrollada, pujante, con oportunidades de negocios, con salud y educación para todos y todas. Y por supuesto, que la nueva coalición aportó una buena cuota de trabajo y creatividad para esta construcción.

Muchos de nosotros y nosotras en la actualidad somos profesionales con una extensa carrera a nuestro haber, somos dueños de un capital social y cultural importante, producto de nuestro estudio y trabajo. Por otra parte tenemos hijos mayores ya, bien educados y bien alimentados. Muchos y muchas somos profesionales de primera generación y nuestros hijos de la segunda generación, dado que nacieron con un piso social y cultural distinto al nuestro.

Mas algo pasó en el camino, muchos y muchas nos perdimos, el sentido se perdió y el mundo político y la farándula comenzó a inundar nuestros hogares con una historia que no es la nuestra, con personalidades cuyas vidas no nos interesan, con intereses que no son los nuestros, con mentiras y engaños. Y en el mundo del trabajo, con la institucionalidad del bandido, porque “esto se hace así y siempre se ha hecho así”, entonces los profesionales hechos a imagen del trabajo y el conocimiento, comenzaron a ser reemplazados por los “clientes políticos” de los partidos de la Concertación, mas como nosotros votamos por la Concertación seguimos las grandes directrices de nuestro gobierno y continuamos luchando con nuestros adversarios de siempre: la derecha. Pero no son los operadores de la derecha quienes instalan a su clientela política en las instituciones públicas, o en las universidades o en las ONGs, son los operadores de la Concertación, de nuestra Concertación.

Entonces, pese a que hemos llevado una buena vida, algo molesta, quizás la misma injusticia de tiempos de la dictadura, quizás la misma violencia que ejercían los funcionarios del Estado contra la ciudadanía, sólo que hoy la injusticia y la violencia son más sutiles, más soterradas, aparecen disfrazadas de “Concurso Público” de profesionalización de la administración pública, etc. Queremos decir también, que en la administración pública, quienes hacen el trabajo día a día no tienen que ver con estos contubernios, hay miles de profesionales que hacen su trabajo lo mejor posible, con pasión y dedicación, y no es justo que unos pocos privilegiados enloden lo que ha costado tanto construir.

Hay mucho que hacer

Finalmente, queremos decir que hay mucho por hacer. Los programas sociales del gobierno, llenan unas necesidades, mas hay una cantidad significativa de temas que no son abordados por el gobierno dado que no son rentables para su Política de Estado.

Queremos decir que todos los programas del gobierno son necesarios para enfrentar los problemas de la gente, sobre todo los más pobres, pero queremos decir que como clase media nos sentimos abandonados a nuestra suerte, sin organizaciones que nos representen, sin agrupaciones que nos permitan disentir de la política de nuestro propio gobierno, la Concertación nos puso una mordaza durante años, según ella, para cuidar la democracia, mientras tanto las expresiones democráticas al interior de las empresas, de las instituciones públicas e incluso de la ONGs iban desapareciendo, en pos de un régimen de líderes funcionales y pragmáticos.

En el mundo intelectual, los premios nacionales son sordos y sordas, les gusta cómo suena su canto y, no logran explicarse aún cómo la educación chilena está en crisis o las pequeñas empresas no logran despegar. Hay que decir al respecto que cuando fue su tiempo hicieron grandes cosas, que hoy son la base de nuestro desarrollo, pero no hay que tapar el camino para que otros no lo puedan transitar porque eso es egoísmo y creemos que estos señores y señoras son muy soberbios y egoístas, y eso finalmente se traduce en maldad social.

Por eso es tiempo de que esta generación diga lo que tiene que decir y haga lo que tiene que hacer y punto.

Como ven hay mucho que hacer, necesitamos un segundo Congreso de la Cultura y la Educación, necesitamos un Defensor del Pueblo, necesitamos difundir la historia de las minorías para que todos seamos iguales ante la justicia y la ley, necesitamos que los poetas y los escritores tengan espacios para que la gente conozca sus creaciones, necesitamos que los actores lleven las obras a las poblaciones y a los campos, necesitamos que las PYMES crezcan y pasen a ser grandes empresas, necesitamos que los ingenieros vayan a hacer clases a las escuelas para que los niños y niñas conozcan de verdad el mundo del trabajo.

Sin duda, hay mucho que hacer, esperamos que este seminario sea un primer paso que nos ponga en la senda de la ejecución de las grandes obras sociales que esperan de nuestra participación.

Editores Ciberokupa

G-80 de la Universidad Católica de Chile

www.ciberokupa.cl


[1] Universidad de Chile: http://corporacionculturalacu.blogspot.com
Universidad de La Serena: http://generacion80uls.blogspot.com
Universidad Católica: www.ciberokupa.cl
Movimiento Generación 80: www.generacion80.cl
Blog de Teo Valenzuela: http://estebanvalenzuela.cl
Colectivo 19 de Noviembre - Valparaíso: http://www.19noviembre.cl